La aparición de los vehículos eléctricos, cuya tecnología de propulsión principal está basada en baterías eléctrica recargables, celdas eléctricas de combustible de hidrógeno, o de funcionamiento híbrido basado en baterías más un motor de combustión interna, se ha empezado a convertir en una innovación muy interesante de evaluar para las empresas de transporte y logística, tanto en términos económicos como de compromiso con la preservación del medio ambiente.

Los Vehículos Eléctricos en la Logística

Aunque se piense que es una innovación reciente, los vehículos eléctricos se remontan a inicios del siglo XIX. El problema fué la aparición de los modelos a combustión que al ser más accesibles a nivel de costo, hicieron que los eléctricos pasarán a segundo plano.

No fue hasta 1970 cuando la abrupta subida de los precios del petróleo y la preocupación por el cambio climático, puso a los vehículos eléctricos de nuevo en la palestra, siendo la empresa Hyundai una de las pioneras en empezar a trabajar y desarrollar formalmente este nicho de mercado. 

Desde entonces y con el correr del tiempo y las constantes subidas de precio de los carburantes, así como la creciente preocupación de las organizaciones por generar compromisos ambientales, los vehículos eléctricos han ganado cada vez más terreno, al punto que muchos países ya han colocado fecha limite para la construcción de vehículos con combustibles fósiles.

Es aquí cuando las empresas empiezan a tomar más conciencia sobre el futuro del transporte en la logística y manejo de mercancías, empezando a evaluar los vehículos como Trailers y Camiones Eléctricos para el transporte de cargas.

Aspectos a considerar en la evaluación de Vehículos Eléctricos

Potencia

A pesar de que los primeros vehículos eléctricos no tenían gran potencia y esto fué un gran inconveniente para ellos, más aún en áreas como transporte de carga y mercancías, con el correr del tiempo y la constante innovación y desarrollo de las empresas automotrices, este factor ha ido mejorando mucho, al punto que últimas pruebas ya dejan tranquila a la gente en cuanto a las capacidades de este tipo de vehículo.

Precio

Es quizás el factor que aún tiene mantiene un poco alejado al consumidor, debido a que el costo de la inversión inicial sigue siendo un poco más alto respecto a un vehículo a combustión. Existen algunos estudios que indican que la relación podría llegar a ser hasta cuatro (4) veces mayor que el de un vehículo a combustión. La buena noticia es que este indicador ha ido bajando mucho en los últimos años y cada vez se encuentra más atractivo para las empresas, aún más en tiempos de petróleo alto.

Rendimiento

Como ya se ha mencionado anteriormente, los vehículos eléctricos se han vuelto más atractivos en tiempos donde el combustible ha subido de precio. Estudios indican que la reducción de los costes de combustible representan alrededor de un 35% de los costos totales de una flota de transporte, lo cual es un número sumamente atractivo que invita al análisis y evaluación formal.

Mantenimiento

Otro aspecto a desatacar es la reducción de los costos de mantenimiento, ya que el motor, la batería y los componentes electrónicos no requieren un mantenimiento similar al que llevan los vehículos a gas, gasoil o gasolina.  Adicionalmente vale mencionar que éstos vehículos poseen muchas menos piezas móviles que mantener, lo cual representa menores costos de reposición para las empresas.

Costos e implicaciones de la Energía

Las empresas transportistas deben tener muy en cuenta no solo la duración si no también las sesiones de carga de la batería y las tarifas de electricidad (En en algunos países ya varía en horas matutinas frente a las horas nocturnas). En tal sentido, es interesante evaluar el poder contar con los servicios de proveedores de software automatizado para control y gestión de flotas, que puedan hacer un seguimiento de los datos que se van generando.

Impacto Ambiental

Éste es quizás el aspecto más resaltante y donde los vehículos de eléctricos marcan diferencia. Los vehículos de combustión interna generan contaminación atmosférica, aspecto que en estos días la mayoría de los países están tomando muy en cuenta gracias a los efectos negativos que vemos del cambio climático en nuestras vidas. Por contraparte los vehículos eléctricos son limpios y trabajan con energías verdes que evitan la contaminación en grados superiores.

Aspectos en contra

Así como hemos visto grandes esfuerzos por corregir problemas y desventajas de los vehículos eléctricos, no deja de ser cierto, que aún tienen muchos puntos que resolver, no solo a nivel del fabricante, si no también de la infraestructura necesaria que deben tener para poder operar.

Los vehículos eléctricos deben recargar con frecuencia debido a la corta duración de sus baterías en términos de distancia. De hecho en muchos países sub-desarrollados las empresas transportistas esgrimen el corto alcance de la batería y la falta de infraestructura en lo que respecta a estaciones de recarga como motivo principal para no adquirir las unidades, especialmente aquellas empresas cuyos vehículos deben recorrer grandes distancias para llegar a su destino siguiendo rutas diferentes cada vez.

Vale acotar que una batería puede recargarse en una estación en pocos minutos, pero este tipo de carga reduce su vida significativamente. Por el contrario, una estación de recarga lenta, necesita más tiempo para recargar un vehículo (de 2 hasta 8 horas). La mejor alternativa en estos casos, es reemplazar la batería si se quiere una respuesta inmediata.

Aspectos a favor

El desarrollo de cualquier tecnología y en especial la de los vehículos eléctricos, ha empezado a desarrollar toda una logística e infraestructura que generará una gran cantidad de puestos de trabajo a nivel mundial para personas qe se desarrollen en ésta área. Esto implicará que los que trabajen en todo el sector relacionado a vehículos a combustión, deban empezar a migrar sus conocimientos, herramientas y destrezas a esta nueva área si no se quieren quedar fuera del mercado y dejar pasar una excelente oportunidad de crecer en lo que si duda alguna es el futuro del transporte de cargas y mercancías.