En los últimos años, seguramente has visto cada vez más ofertas de productos súper baratos en plataformas como AliExpress, Shein o Temu. Ropa, accesorios, gadgets… y lo más sorprendente: ¡a precios tan bajos que a veces parecen increíbles! Pero, ¿cómo logran llegar estos productos desde China a tu casa sin que los costos de envío los hagan más caros?

La respuesta está en un modelo logístico muy particular: paquetería de bajo valor, que permite enviar productos pequeños y económicos con impuestos reducidos o, en algunos casos, sin impuestos.

 

¿Por qué esto preocupa a Europa y Estados Unidos?

El truco está en que muchos de estos envíos se declaran por debajo de cierto valor (generalmente menos de 150 euros en la UE o menos de 800 dólares en EE. UU.), lo que los exime de pagar aranceles e IVA.

El resultado:

- Los consumidores felices, porque reciben productos baratos.

- Las tiendas locales preocupadas, porque no pueden competir con precios tan bajos.

- Los gobiernos inquietos, porque pierden millones en impuestos.

Por eso, tanto en Europa como en Estados Unidos ya se están revisando las leyes. El objetivo es cerrar ese “hueco” legal que permite a miles de paquetes entrar diariamente sin pagar los impuestos correspondientes.

 

¿Qué podría pasar en los próximos meses?

- Más controles aduaneros: revisar de forma más estricta los paquetes provenientes de Asia.

- Nuevos impuestos para compras pequeñas: incluso si tu pedido cuesta 5 dólares, podría tener un recargo.

- Mayor presión a las plataformas: se busca que empresas como Shein o Temu se responsabilicen de recaudar impuestos antes de enviar los productos.

 

¿Y qué significa esto para ti como consumidor?

Si compras seguido en tiendas chinas, es probable que:

- El precio final de tus productos aumente un poco.

- El tiempo de entrega se alargue por los controles adicionales.

- Veamos una tendencia hacia envíos más consolidados, en lugar de miles de paquetes sueltos.

 

El boom de la paquetería china ha cambiado la forma en la que compramos en todo el mundo. Sin embargo, la era de los “paquetitos baratos sin impuestos” podría estar llegando a su fin. Europa y Estados Unidos ya se están moviendo para equilibrar la balanza entre consumidores felices, negocios locales y gobiernos que necesitan recaudar lo justo.

La gran pregunta es: ¿seguirá siendo atractivo comprar en estas plataformas cuando los precios ya incluyan impuestos y regulaciones?