El 16 de abril de 1963 es una fecha histórica en la navegación, ya que fue el día en que el ingeniero alemán William Prölss patentó el sistema DynaRig, una tecnología innovadora que revolucionó la forma en que se diseñan y utilizan las velas en los barcos. Desde entonces, este ha sido adoptado por algunos de los barcos más impresionantes del mundo y es una muestra de la continua evolución en la tecnología de navegación.

Está basado en la idea de que las velas se recogen dentro de los mástiles y una vez desplegadas, no dejan ningún hueco entre ellas y funcionan como una sola pieza. Esta disposición permite una mayor eficiencia en la navegación, ya que se reduce la resistencia al viento y se obtiene un mejor rendimiento. En lugar de las velas tradicionales que se separan entre sí y pueden interferir entre sí, el sistema DynaRig funciona como una sola vela grande y única.

Su diseño consta de varios mástiles cilíndricos de fibra de carbono, que se colocan en una configuración triangular en la cubierta del barco. Cada mástil tiene varias velas triangulares unidas entre sí y se despliegan de manera simultánea mediante un sistema de poleas y cabos. Es un diseño único y permite que las velas se ajusten automáticamente al viento y a las condiciones del mar, lo que permite un mayor control y estabilidad en condiciones de viento fuerte.

El sistema DynaRig es especialmente útil en barcos grandes y de alta velocidad, como los veleros de regatas, ya que permite un mayor control y estabilidad en condiciones de viento fuerte. Además, el diseño de DynaRig es muy atractivo desde el punto de vista estético, lo que lo convierte en una opción popular para los superyates de lujo. Uno de los superyates más famosos que utiliza el sistema DynaRig es el Maltese Falcon, un barco de 88 metros de longitud con tres mástiles de 58 metros de altura cada uno, que lo convierten en uno de los barcos más grandes del mundo.

El Maltese Falcon es un ejemplo de la belleza y la elegancia que se pueden lograr con el sistema DynaRig. Su diseño futurista y aerodinámico no solo lo hace atractivo a la vista, sino que también lo convierte en un barco más eficiente y rápido en el agua. El sistema DynaRig permite al Maltese Falcon alcanzar una velocidad máxima de 20 nudos con un mínimo esfuerzo y consumo de combustible.

A pesar de su evidente ventaja, el sistema DynaRig no se ha convertido en el estándar en la industria de la navegación, ya que su diseño y construcción son más complejos y costosos que los sistemas convencionales de velas. Aún así, ha sido adoptado por algunos de los barcos más impresionantes del mundo, incluido el Black Pearl, un superyate de 107 metros de longitud que utiliza un sistema DynaRig aún más avanzado que el del Maltese Falcon.

El sistema DynaRig es una muestra de la continua evolución en la tecnología de navegación y de la creatividad humana en la búsqueda de soluciones innovadoras.